AUTO DEL MES |
OCTUBRE 2006 |
"Contar
la historia de mi Taunus y hablar solo de la actual es injusto, porque no es
cuestión del auto, es cuestión de un sentimiento.
Corría
el año 1984, con esa juventud única,
unos pesos que junté de mis primeros trabajos, entró en mi vida una Coupé
Taunus GT 1979, Dorada, la recuerdo como si fuera ayer, esa tarde pude manejarla...
ya era mía, la hermosa emoción, el sentimiento ovalado y un sueño se había
cumplido.
Un sueño y un sentimiento que duraría toda mi vida. La tuve diez años, tenía un sonido ronco, impecable, nerviosa, noble, se guardó la historia de mi juventud. Por el año 1994 la tuve que vender, por un proyecto de vida, dicen que la vida pasa en un suspiro y que solo en algunos momentos se detiene, también en otra tarde alguien que no era yo, se llevaba mi Dorada. Fue una tarde... un instante... se detuvo la vida.
Pasaron los años, se concretaron muchas cosas, hasta que una noche un amigo me pide que lo lleve a ver un auto que se quería comprar... era una coupé Taunus, parecida a mi dorada, días después la compró y me vino a visitar para que la vea y por esas cosas, me dice ¿querés manejarla?... y la manejé... el sentimiento guardado, el nudo en la garganta de esa tarde cuando se fue mi dorada, había despertado otra vez.
Supe en ese instante... que sea como sea, tenía que tener mi coupé Taunus, otra vez. Así junte peso por peso y en mis 40 años, empecé a buscar mi coupé nuevamente. Buscaba... no paraba de buscar, mi presupuesto no era el mejor, dejaba en cada coupé que veía por la calle, un cartelito diciendo si la querés vender comunicate... miraba en cuanta página de Internet hablaba de Taunus.
Hasta que una noche... de regreso a casa, la encontré... estaba estacionada, pare para poner el papelito que siempre dejaba y... justo me ve el dueño, hablamos y en una situación parecida a la de mi dorada... días después, me la vende. A partir de allí, la cuido, la voy reparando de a poco, la disfruto diariamente, cuando le hago algo nuevo y se ve mejor, cuando alguien se detiene a mirarla y me pregunta si quiere venderla. Esta es silenciosa, tranquila, azul oscura, suena la misma música que hace unos años, pero no cambio la sensación de manejarla y la misma pasión que tenía con mi dorada... solo han pasado algunos años.
Es la historia de mis Taunus, es la historia de un sentimiento que nunca se apaga y que todos los días, cuando manejo mi Taunus, disfruto. Igual que las simples cosas de la vida".
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