"Voy a contarles la historia de mi Coupé Taunus...

 

Un día, hace mucho tiempo ya, en febrero del año 1991, deambulaba por la vuelta de mi casa, cuando la vi. Quedé atónito ante tanta belleza. Una hermosa Coupé Taunus. Estaba allí tan desafiante, tan brillante y altanera, que intimidado me pregunté: ¿por qué no puedo hacer que mi coupe se vea así?

 

Con la imagen de esta maravilla en mis retinas, me dirigí al lugar donde tenía estacionada mi vieja taunus GT ’75, verde oscura, y por mucho cariño que le puse en mi mirada, me dije que iba a tener que trabajar mucho en ella.

 

Recien Comprada	Plaza Maipú

 

Así con poco tiempo para dedicarle, entre estudio y trabajo, este deseo se convirtió en una quimera y la visión de aquella coupé en un sueño. Hasta que cuatro meses más tarde el sueño retornó a mí implacable, y a la vuelta de mi casa, la vi de nuevo. Y lo que vi me dejó perplejo. He ahí nuevamente, imponente majestuosa, pero… un tarro de aceite sobre una franela en el capot me decía que podía ser mía.

 

Embalse Carrizal	Camino a Chile

 

De no creer, el propietario de tal belleza era vecino mío, (hoy en día me persigue para que se la venda de nuevo), es más, teníamos diálogo, por lo que me sorprendió sobre manera la situación ya que no sabía que poseía semejante hermosura. Me fui derecho a su negocio y sí, me dijo que la vendía porque había comprado una SP5, y lo más triste era que tenía que venderla ligero para poder pagar la nueva coupé. Lo demás fue una semana de locos hasta que pude vender mi vieja aceituna, conseguir la diferencia y hacerme con el objeto de mis sueños. Fueron 7 días de ansia y 5 kilos menos, pero valió la pena el sufrimiento.

 

Vuelta a Mendoza	Frente

 

Tanto valió la pena, que todavía la conservo conmigo después de catorce años y creo que estará en casa por mucho tiempo más. Al momento de comprarla contaba con 45.000 kms, y a la fecha cuenta con 107.000. Es una Coupé Taunus GT negra, modelo `79.  A raíz de su color la bauticé “La Morocha”.

 

Lateral Izquierdo	Lateral Derecho

 

En la ciudad donde vivo, Maipú, provincia de Mendoza, La Morocha es famosa y no pasa desapercibida. El estado exterior es el que se ve en las fotos, desde que la compré. Siempre ha lucido este estado, no tiene restauración, salvo algún retoque pequeño de pintura debido a algún rayón malintencionado.

 

En los primeros tiempos, todos los fines de semana realizaba algún viaje de cabotaje por la provincia, y algún que otro viaje al vecino país de Chile, donde por ser rara causaba mucha curiosidad. Tiempo después pude adquirir otro vehículo, con lo que empecé a personalizarla un poquito, tiempo mediante, sin salir de la originalidad pero dando un toque, especialmente en el motor, el cual se encuentra totalmente pintado a fuego y laqueado, con los accesorios pertinentes cromados. No sean mal pensados, está “Standard”…

 

Interior	Motor

 

Hoy en día la uso poco, debido a mis actividades y a que me desplazo de un lado a otro en moto, (economía le dicen), pero cada vez que le paso el paño y la saco a la calle o a la ruta, la disfruto como un loco.

Bueno, me imagino que a los fanáticos les sucede esto o algo parecido a lo que les estoy contando. No es que sea fanático de mi auto, sino que me gustan todos los coches bien arreglados, sin distinción de marcas ni año de fabricación… pero el corazoncito está con Ford... Taunus.

Espero que les haya gustado mi historia. A mí por ser protagonista me gusta cada día que pasa un poquito más".